Regalar o vender la ropa

A quién no le gusta comprar ropa, darse el placer de ir a un centro comercial o incluso visitar las tiendas virtuales y comprar el vestuario o los zapatos que le gustan. Especialmente para las mujeres es una actividad de mucha satisfacción, que incluso puede servir como terapia antiestrés. Lo cierto es que vamos comprando ropa y sin darnos cuente el closet se nos hace pequeño ante la cantidad de prendas que vamos adquiriendo.

No podemos quedarnos con todas esas prendas, puesto que si continuamos así nos podrían catalogar como acumuladores compulsivos. Esto puede parecer gracioso, más en realidad es algo muy serio. Al tener mucha ropa:

  • Se te dificulta encontrar lo que realmente estás buscando o necesitando en un momento determinado.
  • Se daña mucha ropa. Al tener tanto tiempo en condiciones de poca ventilación y/o apretada, las prendas pierden su coloración, elasticidad y demás atributos.
  • Se propicia la proliferación de alimañas y hongos. Tener mucha ropa en un espacio insuficiente, dificulta la limpieza regular y si hay humedad en el ambiente es peor.
  • Genera estrés. Ver un closet o un gavetero repleto de ropa produce una alarma en el cerebro, que puede desencadenar irritación, depresión, ansiedad entre otras sensaciones no deseadas. Esto se acentúa si la ropa y calzado está desordenado.

Hemos listado tales inconvenientes con la finalidad de crear conciencia a cerca de la necesidad de deshacerse de cierta cantidad de ropa y quedar solo con la que realmente se requiere. Ahora bien, la pregunta es qué hacer con el sobrante.

¿Vendemos o regalamos la ropa?

Es un acto noble regalar la ropa, pero no todo el mundo le da después el debido uso, ya que no les costó nada. Muchas personas aceptan cualquier ropa, aunque no sea su talla, no le guste, o cualquier otra cosa, por lo que, quizá, terminen no usando las prendas. Solo si se trata de un acto de beneficencia, a través de una organización acreditada para ayudar a personas de bajos recursos de una manera ordenada, se podría regalar.

Otra opción, si se quiere ser caritativo, es vender la ropa con precios muy bajos. Se puede publicar anuncio gratis en un directorio de compra y venta de artículos. De esta manera, quien lo compre realmente lo va a utilizar porque le está costando algo. Por otra parte, el vendedor estaría recibiendo un dinero que nunca está de más, por poco que sea.

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